Muriendo.

Flor que esta puesta al sol, hielo expuesto al calor. Un cuerpo marcado por las huellas de su depresión.
Muriendo, lentamente, en pleno verano.
Para muchos la palabra Verano es sinonimo de diversión, descanso, aventuras. El verano para mí se ha convertido en una maldición. Sabes lo que cuesta restaurar un edificio, recomponer cada una de sus habitaciones con la esperanza de que algun dia sean habitables. Pintar, sellar, cubrir y botar.
Eso vengo haciendo hace años. Tratando de pavimentar el suelo, cubrir huecos en las paredes, borrar manchas que dejaron huespedes anteriores y lograr que el agua vuelva a correr normalmente por las corroidas conecciones.
Y ya casi la habitacion esta lista... y llega el Verano.
Y nadie quiere hospedarse... y se marchan lejos.
Y el olor de pintura fresca aun sigue ahí, mientras los vientos siguen trayendo polvo y la lluvia su humedad que hacen que aquello que estaba listo, por el "sin uso" se vuelva a ensuciar.
Y se tapan las tuberias.... sucio y aguas estancadas, exceso de calcio del que me falta va creando bloqueos en las llaves.
Y nadie visita tu obra,
Y se va haciendo triste,
Se consume en la soledad.
Y la inversión en restaurarla no fue suficiente, pues una habitación vacia en verano se mantiene.
Verano, maldito verano. Que llegastes con tus ofertas de diversion y libertades a robar la hospederia que esperaba.