jueves, 30 de marzo de 2017

Des-querido.

Samuel, ese fue el nombre que "Dios" escogió para mi desde el vientre de mi madre, justo en el tiempo en que nació uno de los primeros rechazos que la vida tendría para mi reservados, pues mami no queria tener otro hijo, mucho menos de papi. Con sutileza, su fé la hiso mantenerme en su vientre y traerme al mundo. Luego de eso, las cosas continuaron parecidas. Crecí como "todo niño", rodeado de constantes peleas en el hogar, prefiriendo no estar dentro de casa, llenandome de amores prestados, en otros hogares. Recuerdo con tristeza las veces que trataba de llenar de cariños a mi papa y lo que recibía de su boca enojada un "tu no eres mi hijo, tu eres hijo de Ramon Luis. (El alcalde).... Mas mi hermano del medio, que no era hijo propio, recibia todo el amor y las atenciones que a mi se me negaban a tan corta edad.
Con el paso del tiempo, a mis casi 11 porfín se veian mejores momentos con papi, quizas al ya no ser tan chico se le hacia mas facil el compartir conmigo, mas poco duró pues su salud me lo arrancó de las manos un 9 de Octubre del 1993.
Ahi comenzo parte importante de mi travesia en crecer como un hombre de bien. Con mami todo el dia en su trabajo, con sus novios o en la iglesia, me vi casi forzado a aprender a cocinar, lavar mis ropas y hacer mis cosas por mi mismo pues erq mas el tiempo ausente de mami en casa que el tiempo que compartiamos en familia.
Luego llegó la adolesencia, arrastrando todo eso que traía desde el vientre, no me podia tocar mejor regalo que descubrir mi sexualidad, darme cuenta que no era como los demas, no me gustaba lo mismo, no veia mi vida futura con una mujer. Ya sabía a mis 14 lo que se acercaba. Samuel, siendo cristiano se dio cuenta que era homosexual.
Por cuanto tiempo trate de ocultarlo no recuerdo, solo recuerdo la impotencia, el llanto, la incomformidad conmigo mismo y mas que nada el miedo al rechazo que ya venía experimentando desde el dia 0.
Un buen día, por un chantaje de alguien que creí conocer, tuve que salir a mi verdad.
Como podrán imaginar el resultado no fue diferente al esperado, mi hermano del medio, aun siendo el favorito de papi, siempre fue mi idolo, mi hermano mas cercano y por ende mi unico amigo dentro de casa, me dejó de hablar. Su rechazo fue el primero que lamenté, pues puso distancia y secretos entre alguien q amaba tanto. Tambien estuvo el de mi otro hermano y mami. Que no perdian oportunidad para decirme que yo estaba en contra de las cosas del señor, que estaba mal, que no era normal.
Ya con 18, despues de tener la madurez de entender como era y como me sentía, pero la inmadurez de vivir en mundo lleno de prejuicios y rechazos, mi madre me hechó de la casa. Navegué por mucho tiempo de lugar en lugar, de cama en cama,droga en droga. Solo buscaba aceptación, un poco del amor que de pequeño se me negó. Cuando con el tiempo tuve la confianza de contarle a mi madre y hermanos de aquel amigo de la familia que me manoseaba y me tocaba desde pequeño, que para el momento ya era pastor, fue mas facil el rechazo en casa, no creerme y preferir pensar que yo tan solo queria dañar su reputacion y manchar su testimonio y proposito. No me quedó de otra que luchar solo, sacar fuerzas para ser mejor persona y conventirme en un hombre de bien.
Aprendí a desarrollarme en lo que fuese, me hice un hombre trabajador e independiente, un tanto con problemas de actitud pero lleno de ganas de ser mejor, de que la gente viera quien soy como persona, que alguien creyera en mi corazon y de todo lo que es capaz, mas la vida siempre guardaba un poco de ese rechazo por si en algun momento olvidaba lo que se sentía.
Amistades me dejaron, me hecharon de empleos sin razon. Relaciones en las que puse mi empeño y ganas por mantener fallaron y se fueron.
Una puerta cerrada tras de otra,y aun así nunca he perdido las ganas de luchar, de ser mejor, de brillar. De ser plenamente feliz y de compartir todo lo que he aprendido con alguien mas.
Cuento todo esto porque aun a mis 34 años, la vida no deja de recordarmelo.... mi madre y mis hermanos no quieren saber de mí. Entre su religion y estigmas de lo que esta supuesto a ser nunca me han brindado la aceptacion y el amor por el que tanto he esperado, aun siguen las ofertas de dejarme atras, la constante amenaza del rechazo. El dedo señalador de muchos y mas aun los ojos ciegos de quienes vienen a juzgar, a diagnosticar, a recomendar y a exigir.
Aun con todo eso, sigo siendo un hombre luchador, optimista, fajón.... muchas veces triste por no poder complacer al mundo, pero si algo se es que cargo un corazón noble que no se rinde, que aunque ya este enfermo por todo aquello que vivió y dejo de vivir, lo poco que ha tenido y lo mucho que ha querido sentir, sigue latiendo, a destiempos tan solo buscando crecer, conpartir todo lo que ha vivido y aunque suene a cuento de novelas, esperando con ansias el dia que alguirn lo entienda y aun así no se quiera ir.

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