Sabor de un extraño, conocido, extraño. Sacudiendo viejas fibras ya oxidadas. Sosteniendo conversaciones que me hacen dudar si es cierta esta extrañez. No te conozco, aun asi parece que si. Y hablas y sonries y te miro y de lejos siento tu olor. Un olor que ya conozco. El beso, conocido tambien, dos lenguas se entrelazan en un tango ya bailado, coordinadas sin problema alguno. Y se escuchan saxofones, suena la banda y el corazon late como tambor, jazz! Clasico, nuevo... Al unisono. Y tu cuerpo y el mio se van enredando, creando musica, arte.... Esto es arte! Tus manos me tocan como si fuera yo un barro al que moldeas con la delicadeza y fuerza necesaria para crear. Me tocas y mis sentidos se agudizan y vuelve la musica, esta vez mas viva, mas animada, y con ella vuelve esa juventud, esa incencia perdida, la inmadurez de reir en el beso, de hacer del encuentro un chiste, una celebracion. Mientras entre el sabor del cigarro, del vino y las cervezas aun distingo tu sabor. Ni dulce ni agrio, mucho menos salado..... Y lo demas me lo reservo y lo guardo con la esperanza de convertirlo en cancion. Y aun queda el deseo y vuelvo y cierro los ojos y de aquel extraño aun siento el sabor.
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